sábado, 26 de enero de 2013

Ya lo dijo Ned Stark..."La sangre es fuerte"

Todo el mundo pondría una cara de ser el ganador de un premio Nobel si preguntara por el significado de los términos mulato o mestizo. Todos hemos ido al colegio en mayor o menor grado, tenemos una cultura suficiente para saber que hay distintas razas en este inmenso mundo, así que en  una discusión en la mesa de un bar el listillo de turno se convertiría en el centro de atención al decir que:
"Un mestizo es el resultado de cruzar a una persona de raza blanca con una amerindia y el mulato sería cambiar al amerindio por alguien de raza negra" y su pene se agrandaría después de esta explicación mientras miraría al escote de la morena cachonda del grupo con ojos libidinosos. Pero he aquí que alguien con muy mala idea, como yo, le preguntaría lo siguiente:
"!Vaya¡, veo que eres un erudito en el tema de las clasificaciones raciales, entonces me podrías quitar de dudas y decirme que es un tornatrás y un cambujo".
Y a la falta de respuesta le seguiría una reducción en el tamaño de su miembro viril ante el ridículo realizado ante todo un grupo de mujeres deseosas de un hombre culto y bien armado (bueno, ésto último ha sido para decorar la escena).
Y ahora os preguntareis que tiene que ver el orgullo masculino de un espabilado con los mestizos y que este blog parece cualquier cosa menos algo relativo a la (H)istoria. Pero me gusta tener un buen prólogo antes de empezar un artículo, al igual que los preliminares antes de un buen polvo  momento sexual.




"Y pensará que acabará con nosotras en su cama"


Y ahora nos toca explicarle a la morena de escote generoso esos términos que nuestro amigo libidinoso no supo responder y lo hacemos (con cara de tío interesante) con el término de "Estatutos de Limpieza de Sangre". Tendremos que soltar un ligero tostón para explicar todo lo anterior, pero aguantamos el tipo, la morena se ha girado y espera una explicación.
Al acabar la Reconquista en la Península Ibérica y con la expulsión de los judíos Sefardíes, los moros y judíos restantes que quedaban se habían visto obligados a convertirse al cristianismo, de ese modo se pensaba que ya estaba el terruño lleno de cristianos de buena vida, pero no era así. Había rumores acerca de esos conversos perversos que seguían practicando sus ritos herejes en las sombras, mancillando la reputación del cristianismo. Y la ciudad de Toledo fue la pionera en sacar un edicto anunciando que los conversos no eran dignos de ocupar un cargo público o privado importante.
Otras instituciones siguieron el ejemplo hasta que los Reyes Católicos le dieron carácter real e impusieron que ningún hijo o nieto no podían ni oler un cargo público.
Ya tenemos una de las explicaciones, pedimos otra copa de vino blanco en una de esas copas tan grandes y bonitas, le hacemos un guiño a la morena y seguimos con nuestro monólogo cultural.
Comentamos que uno de los requisitos para poder emigrar hacia las colonias de América era demostrar ser un "cristiano viejo", es decir, nada de abuelos conversos herejes.
Bueno, hemos llegado, ¿dónde están las mujeres?
 Estos cristianos viejos llegan a América, masacran unos cuantos indígenas, se compran una hacienda y cuando quieren sentar la cabeza se dan cuenta de que no hay mujeres españolas en cantidad suficiente para todos, una proporción de 10 machotes para cada mujer...Un machote sin poder jugar con su serpiente de un único ojo, mal asunto, pero no hay tiempo  para lamentos cuando tienes mujeres locales dispuestas a consolarte.

"Después de esta orgía no sé lo que saldrá"
A los oídos de la Corona llegan los rumores de que la mayoría de sus conquistadores tienen lo que se podría definir como un harem, hasta 60 mujeres indígenas por hombre para satisfacer sus instintos. No es buena práctica cristiana y por ello se promulgan leyes favoreciendo puestos oficiales a aquellos hombretones que estuvieran casados como Dios manda. Pero las mujeres españolas de "calidad" (ni moriscas, ni conversas, ni asiduas a vender su cuerpo a cambio de dinero) eran escasas. Además ciertas mujeres indígenas son hijas de poderosos caciques y nobles, llevan consigo una buena dote matrimonial y estos conquistadores pendencieros no se lo piensan más y pasan por el altar.
Pero tantos matrimonios mixtos producían hijos que no eran ni indios ni españoles, aunque una práctica habitual era que el progenitor español pagara una cantidad considerable para registrar a su vástago como un auténtico español, y se empieza a extender lo que denominaban "manchas de sangre".
 Los polvos cruces mixtos se seguían produciendo y la jerarquía blanca proveniente de Europa y los criollos no veían con buenos ojos la creciente cantidad de hombrecitos que en un futuro podían arrebatarles poder e influencia en las colonias. Echaron mano de los anteriormente mencionados "Estatutos de Limpieza de Sangre" para imponer su pureza de raza por encima de los demás y así ocupar puestos clave en el control de las colonias. Empezaba de esta manera el primer sistema de discriminación racial en Europa.

Había tres razas principales : 1) los individuos nacidos en Europa,  los españoles criollos, o los blancos de raza europea nacidos en América; 2) los mismos indios, o sea la raza bronceada de los indígenas,y 3) los negros africanos.
Quizá nuestro amigo y su erección consiguiera comprender y aprender esta sencilla clasificación. Los blancos nacidos en España son los jefazos y los negros africanos traídos a base de buenas palabras y un buen contrato laboral (Ironic Mode On) son el último peldaño del escalafón.

Estaba todo pensado para evitar que los españoles jugaran con sus penes en vaginas que no fueran las apropiadas, es decir, de las españolas de familia bien. Pero seguían escaseando por aquellas tierras y nuestros intrépidos colonos no respetaban el veto de La Corona e intentaban juguetear con sus serpientes de un solo ojo en cualquier vagina que se encontrara disponible.
 Se seguían multiplicando los cruces y surgen nuevas clasificaciones, os muestro un breve esquema tomado de otra página en un claro ejemplo de "copy-paste" descarado:
  • Mestizo: hijo de español e indígena.
  • Castizo: hijo de mestizo y española.
  • Zambo: hijo de africano e indígena.
  • Mulato: hijo de español y africana.
  • Morisco: hijo de mulato con española.
  • Coyote o Cholo: hijo de mestizo e indígena.
  • Chino: hijo de mulato e indígena.


Quizás en este nivel nuestro amigo, el de la erección, se llene de valor y comente que tampoco hay que ser un erudito para recordar la clasificación anterior, pero seguimos con nuestra copa de vino, lo miramos con desgana y seguimos explicando que continuando los cruces entre chino-mulato o zambo-cholo, por ejemplo, se obtienen más niños que causaban un dolor de cabeza a los encargados de su clasificación:

Y se puede seguir así hasta el infinito y más allá... la cantidad de cruzas rompía el esquema planteado, " y a este recién nacido, ¿dónde lo colocamos? ", una pregunta que se hacían habitualmente los expertos en el tema.
Para el próximo examen, "castas y poesía turco-chipriota"


 Ya no se podía mantener la diferencia por la religión como se había hecho antaño con moros y judíos, no son pecadores ya que desconocen la auténtica religión (la católica) y únicamente hay que llevarlos por el buen camino. Así que la excusa para el sistema de "Estatutos de Limpieza de Sangre" se derivó directamente en la anatomía. Había que mantener esas diferencias por pigmentación de la piel, por el tamaño de sus extremidades e incluso por el olor corporal.



El objetivo de muchas familias era el "blanquear" el linaje juntándose con alguien más españolizado. Revertir o anular totalmente las "Manchas de Sangre" a base de casamientos.  Pero únicamente podría hacerlo la rama indígena, se pensaba que los genes africanos siempre aparecerían por mucho que se intentara el blanqueamiento. Un ejemplo:
- Eres un guapo muchacho "castizo" con poder en tu aldea, pero necesitas casarte con alguien más blanco para que tus hijos alcancen el grado de 100% español. Conoces a una linda jovencita con un tono de piel blanquecino y decides copular (pasando primeramente por el altar) para engendrar hermosos niños blancos. Pero resulta que salen más morenos de lo que pensabas. Sí, te has casado con una "morisca", su abuelo era más negro que Nelson Mandela  y sus genes han aflorado en tu linaje. Ahora tu vástago es un "tornatrás". Y como ya hemos comentado la raza negra ocupaba el último escalón, menudo fallo no haber preguntado antes por sus ancestros cuando decidiste meter a tu soldadito del amor en su cuerpo.-
Se pensaba que siempre aflorarían esos genes africanos, pero no los indígenas. Después de unas cuantas generaciones, siempre que el cruce fuera con español, un descendiente de indígena podría alcanzar el status de español puro. Un descendiente de africano nunca.

Y nace el arte de los "Cuadros de Razas", pintorescas representaciones de las cruzas en un ambiente familiar. Estos cuadros se pintaron únicamente en América y nos han llegado como un ejemplo de como se vivía con ese sistema de castas. Informo a todos aquellos chicos imberbes de hoy en día que no existían los móviles con cámara de 8 Mpx., ni las conexiones ADSL para enseñarle por webcam a tu primo de Cuenca como era un cambujo o un chamizo. Los cuadros fueron encargados inicialmente por la Corte o como recuerdo de su paso por las Colonias de algún pez gordo de la política o de los negocios para poder mostrar en la Península el mestizaje por aquellas tierras.

"Ven conmigo morena, que te voy a dar blanqueamiento"

Y toda esta clasificación estaba marcada dentro de la Legislación vigente. El mismo delito tendría distintas penas dependiendo de la casta a la que se pertenecía. Los puestos de trabajo para la Administración, el Ejército o la Iglesia estaban vetados para la mayoría, siempre había que dejar claro quien mandaba. El verdadero fin de este racismo pre-hitleriano.
"Y aquí plantamos un abeto, dos pinos y un melocotonero"

Pero a finales del Siglo XVIII era imposible llevar la cuenta de la población y con la revolución e independencia de las colonias finalmente fueron abolidas las clasificaciones por castas. 


Y hasta aquí esta breve reseña de un pasado que nos ha servido para ligar con la morena de escote generoso, beber dos copas de vino a cuenta de los colegas y dejar en ridículo a nuestro amigo y a su pene flácido.




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